lunes, 24 de octubre de 2011

El asesinato y el terror como política imperial


La agresión militar a Libia y el asesinato de Gadafi, con la excusa de defender los derechos humanos, presumiblemente violados por el líder libio, constituye uno de los actos más cínicos e hipócritas que han cometido las potencias capitalistas en los últimos años. Nos debe llamar la atención que no exista el menor cuidado para mentir y manipular, lo que nos lleva a pensar que los hechos constituyen una amenaza a los pueblos y gobiernos que osen oponerse a las políticas e intereses imperiales y más si tienen recursos naturales que ellos se quieran apropiar.
Veamos la manipulación y la mentira: toda la campaña para agredir a Libia se basó en que Gadafi era un dictador que reprimía sangrientamente al pueblo libio. Sin embargo en los últimos 15 años, el imperio y sus secuaces de Europa estuvieron haciendo negocios económicos y acuerdos políticos con el gobierno “dictador y represivo” lo que nos indica que por sus intereses, las potencias no defiendan los derechos humanos, lo que les importa es garantizar de la manera que sea, sus apetitos por los recursos naturales. En Libia decidieron apropiarse por la fuerza de la gran riqueza petrolera e hídrica de ese país y llevarse por delante todo el “ordenamiento jurídico” mundial.
Si la preocupación por los derechos humanos fuese genuina, ¿Por qué no invaden y masacran a los gobernantes de Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos y Qatar? Quienes son, más que una dictadura, un reinado vitalicio, hereditario y represivo de las libertades públicas. Es el colmo del cinismo, que Qatar, donde no existen los mínimos derechos políticos para la población, sea el principal colaborador en la región de la agresión a Libia.
También debemos preguntarnos, ¿por qué si capturaron vivo a Gadafi, de todas maneras lo asesinaron sin juicio de ningún tipo? Recuerden que a Saddam Husein le hicieron un mamotreto de juicio y lo ahorcaron. ¿No hubiese sido importantísimo para los derechos humanos, juzgarlo, mostrarle al mundo (con pruebas) de la represión y crímenes del gobierno de Gadafi) y así dar un ejemplo de justicia a nivel mundial?
El asesinato de Gadafi, sus hijos y no sé de cuantos de sus colaboradores, tiene al menos dos causas principales: primero, no lo podían juzgar porque pondrían en duda aún más la versión que los imperialistas quieren dejar para la historia y segundo: las dantescas imágenes de un Gadafi herido, reducido y luego asesinado, pretenden sembrar el terror en los corazones de los pueblos. Estos acontecimientos son una seria advertencia a los países que luchan por su soberanía, nos están indicando de los feroces, implacables y asesinos que pueden ser las potencias imperialistas. Tenemos que prepararnos para la nueva mentira: que lo asesinó un fanático y no es responsabilidad de los que matan bombardeando sin piedad las ciudades.
En América Latina debemos fortalecer la unión, la organización popular y la preparación militar que nos permita evitar una agresión de este tipo o enfrentarla con toda nuestra dignidad. Para disuadir a estos brutales agresores, tenemos que ser un pueblo consciente, organizado y preparado para defender la Patria. No olvidemos que los Estados Unidos nos consideran su patio trasero.
Leonardo Caraballo Bolívar

martes, 18 de octubre de 2011

Hay que nacionalizar a la Oposición


¡Que alguien les dé una cédula de identidad!
La más reciente declaración de sectores de la oposición en relación al informe sobre los derechos humanos que anualmente presentan los distintos países miembros de la Organización de Naciones Unidas, corrobora lo que hasta ahora es una constante: los voceros de partidos antichavistas se alinean con las posiciones que en el extranjero se desarrollan en contra de Venezuela. Lamentablemente no miden ni escatiman ninguna oportunidad para lanzarse sin escrúpulos ni vergüenza en contra del avance que los venezolanos hemos tenido en los últimos años.
Ahora asumen la postura de que sí es conveniente enviar “Relatores” de Naciones Unidas a Venezuela, para que abran una averiguación en el país. Ellos saben que esta figura de “Relatores”  no es inocente y que cuando se le asignan a un país es porque el deterioro en materia de Derechos Humanos es brutal. Esa es la imagen que le quieren  montar al país.  Es por esto que saludamos la postura de la representación revolucionaria que se opuso a esta maniobra.
Hay que resaltar que es impresionante lo que cuatro o cinco grupos, denominados eufemísticamente “Organizaciones No Gubernamentales” pueden hacer en el terreno de lo mediático si cuentan con el apoyo de los medios de propaganda de la derecha, tanto en lo internacional como en lo nacional. 
Sin que deje de causar estupor, es realmente irritante que se apoyen en gobiernos que no tienen ninguna moral para hablar o reclamar en materia de derechos humanos, como es el caso de la representación oficial de Israel y de EEUU. Ambos gobiernos han cometido infinidad de violaciones en materia de derechos humanos, dentro y fuera de sus delimitaciones, sin importarles para nada la ONU y otras organizaciones. Soportar que los sionistas nos reclamen en esta materia es algo que requiere mucha paciencia y sindéresis. Ni eso es repudiado por los antichavistas, que sienten como suyas las palabras del sionismo y del imperialismo. 
A lo largo de estos doce años el antichavismo ha demostrado que funciona como colonia mental de los enemigos de Venezuela en el exterior. Toda denuncia, toda demanda, toda calumnia en contra del país y sus instituciones es celebrada con fruición por parte de estos sectores, tanto los que ya estuvieron en el poder como los que aspiran vanamente a mandar algún día. Al unísono asumen como suyas las campañas que internacionalmente se manejan en contra del país y de Chávez. Ni cuando EEUU sancionó a PDVSA fueron capaces de votar con nosotros una resolución de la Asamblea Nacional para manifestar nuestro apoyo a la Estatal petrolera.
Ojalá venga el tiempo en que los antichavistas defiendan al país y desarrollen amor por la patria y que este sea superior al odio que incuban. Ese día serán dignos de la Cédula de Identidad de Venezuela. Por eso es que sentenciamos con toda la seriedad que se merecen estos personajes: la oposición está desnacionalizada. ¿Quién la nacionalizará? El que la nacionalice, buen nacionalizador será.

Diputado José Ramón Rivero
Blog: joseramonrivero.psuv.org.ve y en twitter: @joseramonrivero