jueves, 8 de marzo de 2012

Día Internacional de la Mujer Trabajadora


¡Soy fuerte… Soy invencible…Soy una Mujer!
 Josefa Camejo

El 8 de marzo es reconocido mundialmente como el Día Internacional de la Mujer, y han sido completamente diversas y hasta opuestas las formas en que este día ha sido asumido. Y es que, a diferencia de como se lo publicita por los diferentes medios, este día, más que un homenaje a la tradicional figura de la mujer, es un día que remite a episodios de lucha en el que las mujeres arriesgaron sus vidas para enfrentarse al monstruo capitalista. El Día Internacional de la Mujer Trabajadora, que es como en realidad se define, surgió como un homenaje a todas aquellas mujeres proletarias que arriesgaron sus vidas por hacer cumplir sus demandas. El origen de esta fecha se remonta a 1910, cuando en la Casa del Pueblo, en Copenhague (Dinamarca) -durante la 2° Conferencia Mundial de Mujeres Socialistas- a sugerencia de Clara Zetkin, integrante del Sindicato Internacional de Obreras de la Confección, se propone celebrar anualmente un día de acción internacional por los derechos de paz y progreso social de todas las mujeres.

SITUACIÓN DE LA MUJER VENEZOLANA HOY

En estos últimos años, se ha generado en Venezuela un conjunto de instrumentos legales que reivindican a la mujer: 
Las 30 Misiones y los diversos programas impulsadas por el Gobierno Revolucionario es el  resultado significativo del Estado Socialista en construcción que hoy impulsamos, que incluyen sin distingo alguno, a toda la población con las que se benefician un número importante de mujeres.  10 mil madres en condición de pobreza extrema, están inscritas en la Gran Misión Hijos de Venezuela y ya recibieron los primeros aportes económicos, así como también 205 mil adultas y adultos mayores, registrados en la Gran Misión en Amor Mayor Venezuela, recibieron la libreta que les permitirá cobrar la pensión de vejez a través del Instituto venezolano de los Seguros Sociales (IVSS), adicional a la Gran Misión Hijos de Venezuela, cuyo registro se  inició el 12 de diciembre de 2011; así como la justa Misión En Amor Mayor que se inició el 20 de diciembre. Hijos de Venezuela beneficia a mujeres embarazadas residentes en hogares con ingresos inferiores al salario mínimo nacional, con una asignación económica de 430 bolívares mensuales. Asimismo, las familias con hijas e hijos hasta los 18 años, en semejante situación salarial, perciben Bs. 430 por cada menor de edad hasta un máximo de tres. A quienes tengan una hija o hijo con discapacidad, sin límite de edad, se le asignan 600 bolívares mensuales. En Amor Mayor beneficia a todas aquellas personas adultas mayores que nunca cotizaron o que no completaron las cotizaciones exigidas por el seguro social para optar a una pensión de vejez. Con este programa, las mujeres con edad igual o mayor a los 55 años pueden disfrutar de este beneficio. Esta misión estará orientada a 4 grupos bien identificados de venezolanos: las adolescentes embarazadas en pobreza, las mujeres embarazadas que vivan en situación de pobreza, hijos e hijas menores de 17 años que estén en pobreza, y personas con discapacidad sin límite de edad.
De igual manera, se han implementado diversas políticas públicas, entre las que se destaca la promulgación de instrumentos legales tales como la Ley Orgánica sobre el Derecho de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia; Ley para la Protección de las Familias, la Maternidad y la Paternidad; Ley de Lactancia Materna; resoluciones del Consejo Nacional Electoral (CNE) para la participación política de las mujeres; la creación del Banco de Desarrollo de la Mujer (Banmujer) y la Misión Madres del Barrio. De igual modo, en el país se creó el Ministerio del Poder Popular para la Mujer e Igualdad de Género, como instancia ejecutora de políticas públicas con perspectiva de género.
Hoy, cuando mayores luchas duras y calamidades esperan a la clase trabajadora y las familias pobres, como efectos de la gran crisis de la economía capitalista, es necesario dar la batalla por una perspectiva independiente de las luchas de la mujer trabajadora y pobre de nuestro país. La lucha por nuestras demandas debe hacerse desde la trinchera de clase de las explotadas y explotados y con nuestros propios métodos, como la lucha contra el aumento de los alimentos y la carestía de la vida para mantener la calidad de nuestros hogares, que en su mayoría, son sostenidos por mujeres solas, por el que se devenguen salarios dignos, por la consecución de casa y techo propio decente como las que se adelantan a través de la Gran Misión Vivienda. Estas y otras son luchas comunes al conjunto de una clase obrera organizada  del pueblo también organizado y movilizado en pro de sus reivindicaciones propias. Por eso, el camino debe ser el de la más amplia unidad en la lucha, por las demandas de las mujeres trabajadoras, junto con nuestros compañeros de clase, a la vez que bregamos para que el conjunto de la clase trabajadora tome también en sus manos nuestras demandas como propias. 

Naile Figuera
FETRAUVE




Senos 
(tributo a la mujer)

Alma Aparicio (poetisa chilena)
(Del Poemario Soy de verde y lluvia)

Senos, esferas suaves y firmes de contextura esponjosa.
Lo primero que se percibe en el cuerpo femenino.
Son el alfa que arremete al librarse una batalla.
Escudo de guerreras, broquel de valientes mujeres de la historia
Juana de Arco, Guacolda, Paula y otras tantas, anónimas,
perdidas en las páginas del tiempo.
Senos como éstos,
avanzaron en vanguardia, soberbios, sin miedo, sin temor;
desafiantes los pezones enfrentándose a la lanza
en el campo de la lucha.
Senos de domadoras, intrépidos, aguerridos
expuestos a los zarpazos de feroces bestias cerriles.
Dos naranjas jugosas frutos de sensato dulzor.
Redondas, esponjosas…
En la brújula del ritmo dos esferas danzantes
adornan con elegancia la alborozada figura.
Senos, pechos, esferas, naranjas o pechugas
no importa como las nombren…
manantiales generosos de donde brota el placer.
Rosas en capullo. Suave pétalos a los labios.
Senos llenando manos, senos calmando llantos,
Vasijas llenas de vida, néctar en los pechos madurando.
Fresas apaciguando bocas hambrientas,
esferas colmando manos vacías.
¿Cuántas veces amamantaron con sangre, con sufrimiento?
¡Senos, benditos senos! ¡Símbolo de mujer!