Ayer, la ministra Yadira Córdova, entrevistada por Vanessa Davies refutó parcialmente la patética afirmación del Majunche, quien irresponsable y falazmente afirmó que "cuatro millones de venezolanos se van a la cama sin dormir (sic); claro quiso decir "sin comer".
El verdadero dato objetivo, verificable, científico (como le gusta inquirir la camarada Vanessa) y que debió citar la Vicepresidenta del área Social, es que la más reciente Encuesta Nacional de Presupuestos Familiares, la cuarta, culminada hace pocos meses por el BCV y el INE, revela entre otros muchos datos positivos que el 80% de los venezolanos ingieren tres comidas completas al día y un 16,2% ingieren cuatro o más comidas diarias; es decir, que el 96,2% de los venezolanos come tres o más veces al día; mientras que sólo un 3,6 % ingiere dos comidas al día, más que nada por hábitos de salud (me incluyo en este segmento) o de trabajo. Por lo tanto, sólo un escaso 0,1% (cero, coma uno), la décima parte del uno por ciento de los venezolanos en la actualidad ingiere una sola comida al día; lo que en términos de población representa apenas 28.500 personas en total.
Detallando por las horas del día de la ingesta alimentaria, tenemos que el 97,5 % de los venezolanos toman desayuno; el 98,3 % ingieren almuerzo y el 98,7% comen la cena formal (otros sólo merienda). En cuanto a la calidad de esas comidas, para no extendernos en el detalle, sólo diremos que el 97,3 % de los venezolanos consumen proteínas de origen animal de manera diaria; y revela la Encuesta de Seguimiento al Consumo de Alimentos del Instituto Nacional de Estadísticas que la disponibilidad energética en la dieta del venezolano aumentó 27%, pasando de 2.202 kilocalorías (1998) a 2.790 kilo calorías (2009); lo que está por encima de los requerimientos mínimos de la FAO, que se ubica en 2700 calorías. Ya en 2011, la ingesta diaria de kilocalorías del venezolano superó las 3.000.
Humberto Medina
